LA MUERTE SILENCIOSA:
En
muchas oportunidades hemos escuchado
hablar sobre homicidios famosos, que han
representado un reto para los investigadores, en la literatura policial
internacional muy a menudo se escribe sobre asesinos en serie, viudas
negras, médicos de la muerte, en fin personas que tienen desviaciones
mentales o simplemente motivaciones económicas
que hacen imaginar los medios más sutiles para causar la muerte-
En
Venezuela y en nuestro Estado Vargas, la
mayoría de los homicidios son producidos por armas de fuego, otros tantos por
amas blancas, algunos con objetos contundentes y otros utilizado la fuerza
física y muy pocos con venenos, este
último es el tema de nuestra entrega,.
Realmente
en Vargas no tenemos casos de homicidios
intencionales, producidos por venenos, pero es alarmante la cifra de suicidio por
intoxicación, recientemente falleció una
persona en un modesto hotel del este de la ciudad, a consecuencia de un dedil
de cocaína que le explotó en el estómago, otros casos se han registrado con personas que
bajo una gran depresión consumen gran cantidad de medicamentos que le producen la
muerte, En zona rural del Estado es
común el suicidio por la ingesta de pesticidas o fertilizantes, en las zonas
urbanas muchos jóvenes inmaduros ha tomado la terrible decisión que quitarse la
vida y consumen detergentes, o venenos para el control de plagas como el
tristemente célebre “Tres Pasitos”.
Un veneno es cualquier sustancia tóxica, ya sea
sólida, líquida o gaseosa, que puede producir una enfermedad, lesión, o que
altera las funciones del organismo cuando entra en contacto con un ser vivo, incluso
provocando la muerte, la toxicología
forense trata estos casos cuando tienen una repercusión penal
Cómo
se descubre que una persona ha sido envenenada, mediante la autopsia de ley, en
el momento de practicar la necropsia, se toman muestras biológicas tales como:
Sangre, orina, contenido gástrico, vísceras como el hígado, el riñón y el
cerebro, pero existen tóxicos que prácticamente no dejan huellas
a simple vista, tal es el caso de intoxicación con arsénico, plomo,
berilio, talio, estroncio, uranio o flúor,
en este caso , si existe alguna sospecha, se deben tomar muestras de uñas, cabellos o
huesos.
Otro
aspecto a tomar en cuenta, que sucede con mucha frecuencia, que si bien no es
producto de una mente criminal, si es consecuencia del descuido y la
distracción de las personas, es la intoxicación por monóxido de carbono, en
cierta oportunidad se han localizado cadáveres dentro de vehículos, sin ningún
signo de violencia, y al momento de
hacer la necropsia se determina que han muerto por causa de intoxicación por el
monóxido de carbono, estas personas han dejado encendido el vehículo, con el
aire acondicionado, han subido los vidrios, con la intención de descansar: la
combustión del motor desprende el venenoso gas, que se cuela por las rejillas
del aire acondicionado y sin ningún aviso es inhalado por estas personas que
nunca despertaran de su sueño.
Un caso histórico que comenzó con un secuestro
simulado de un niño por parte de su hermano, para obligar a los padres a pagar
el dinero, escondieron al niño en la cajuela (Maleta) de un automóvil, cuando lo fuero a sacar el infante estaba muerto producto del
monóxido de carbono, este caso fue conocido como el “caso del niño Vegas”, y
llevado a la literatura por el escritor Fermín Mármol león el célebre
libro Cuatro Crímenes, Cuatro Poderes.
De
igual manera en la mayoría de los accidentes de tránsito, cuando se quiere
determinar si la causa fue la ingesta alcohólica, se solicita un examen
toxicológico, al conductor, este examen puede ser en vida, o si lamentablemente
ha fallecido se hace en la necropsia de ley.
El año pasado en la población de Clarines, Estado Anzoátegui, hubo un accidente, con un vehículo que
transportaba gas cloro, se produjo una fuga , murieron más de 10 personas, pero
esta muerte fue a consecuencia de la curiosidad de la misma personas que se
acercaron a ver el vehículo accidentado y no
detallaron que en el ambiente estaba
el mortífero gas, que cobró sus víctimas de manera fulminante, pero
silenciosa.
att. MIGLEDYS ROJAS
INVESTIGACIÓN PENAL I
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